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Lo peor del signo Leo

Conocer el signo zodiacal de alguien nos permite recabar una serie de información de suma importancia que seguramente no estaría dispuesto a revelarnos motu proprio. Es que cada signo aporta a sus nativos defectos y virtudes y cuando conocemos a una persona que nos interesa y con la que esperamos trabar cualquier tipo de relación, solemos esmerarnos en resaltar lo bueno y ocultar lo peor que tenemos.

Es muy importante conocer los dones y dificultades de los signos para vincularte de la mejor forma posible con cada uno de ellos y en esta oportunidad nos toca hablar de Leo y de sus principales defectos. Por supuesto que en otros artículos nos hemos dedicado y nos dedicaremos a hablar de sus muchas virtudes. Pero ahora vamos a centrarnos en su lado más oscuro.

¿Cuáles son los principales defectos del signo Leo?

Un leonino es alguien que posee la capacidad de encantar con su sola presencia, gracias a su carisma, a su humor y a la capacidad innata que posee para entablar nuevas relaciones. Pero más allá de su magnetismo y de la atracción natural que genera en los demás, también tiene algunos defectos con los que tendrás que lidiar cuando comiences a relacionarte con él de forma más íntima. Veamos de qué defectos se trata.

  • Egocéntrico: Todo leonino tiene la tendencia a creerse dueño de la verdad y a sentir que sus necesidades y deseos deben ser atendidos por sobre cualquier otra cuestión. No es que no se interesen por los demás, al contrario, son generosos y solidarios, pero a menudo su egolatría los lleva a enfocarse demasiado en su propia persona y esto provoca reacciones adversas en las demás personas.
  • Extremadamente impulsivo: Como digno exponente de signo de Fuego, Leo es la típica persona que primero actúa y luego piensa y esto le genera más de un dolor de cabeza. Es inteligente y si dejara primar la razón por lo menos a la hora de tomar las decisiones más trascendentes tendría mucho más aciertos que errores de esos que luego se pagan caro.
  • Controlador: Se trate de su hogar, de su pareja o de su ámbito laboral, Leo tendrá una necesidad de control constante basada en la creencia de que nadie sabe qué hacer más que él y que siempre tiene la solución adecuada. Y si bien es cierto que es especialmente bueno para tomar decisiones importantes y dar órdenes, también lo es que le vendría bien escuchar más a los demás que también tienen cosas interesantes y valiosas para aportar en todos los planos.
  • Soberbio: Cuando Leo se sienta atacado, amenazado y desafiado adoptará siempre una actitud altiva y pedante que resulta bastante desagradable para quienes tienen que lidiar con ella. Cuando está enfadado tiene una forma bastante desagradable de hacer valer sus razones minimizando las ajenas con ironía y cierta agresividad. Puede tener sus razones y muy válidas por cierto, pero suavizar sus formas y expresarse de forma más considerada con los demás sumaría mucho a sus encantos y la armonía de su relaciones.
  • Temerario: Ligado a la impulsividad que anteriormente mencionamos como uno de los defectos de estos nativos, su espíritu temerario lo lleva a asumir riesgos realmente innecesarios tanto en el plano amoroso como patrimonial y personal. Y es que Leo confía tanto en sí mismo que suele incurrir en la falsa creencia de que “a él nada malo le ocurrirá” o que posee las soluciones a cualquier problema por grave que sea, y olvida que es un ser humano y que no siempre podrá arreglar las consecuencias de sus arrebatos.